El secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Claude Lellouche, tras recibir durante más de dos horas en París al nuevo responsable rumano para la Integración de los Gitanos, Valentin Mocanu, trató de dar la vuelta a las acusaciones contra las expulsiones de gitanos con continuas alusiones a los incumplimientos por Bucarest de sus obligaciones.
El más repetido por Lellouche, en una conferencia de prensa conjunta con Mocanu, fue recordar que de los 4.000 millones de euros que Rumanía recibe cada año en fondos europeos, sólo 85 millones (un 0,4%) se consagran a integrar a la población romaní.
El responsable francés anunció que irá junto a las autoridades rumanas a entrevistarse sobre esta cuestión con la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding “probablemente a partir de la semana próxima para pedirle movilizar medios” en favor de los gitanos.
Se trataría de “una especie de mini plan Marshall”, comentó a modo de ilustración, aunque al ser preguntado sobre si lo que quería era que se impusieran a Rumanía unas condiciones para recibir las ayudas europeas respondió que ya existen unos objetivos para la integración de los gitanos.