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Ronda

“Es importante que a los alumnos se les reconozca su rendimiento”

El director de la Real Maestranza recuerda que el plazo de solicitud de las Becas y Premio que concede la institución está abierto hasta el 31 de agosto

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  • El director supervisa el trabajo de digitalización de imágenes. -

La Real Maestranza de Caballería de Ronda ha publicado ya la convocatoria 2023 de las Becas y Premio Universitario que cada año concede la institución a estudiantes de Ronda y la comarca.

En esta ocasión, alcanza la XXVI edición de las Becas Universitarias, destinadas a estudiantes que, habiendo finalizado Bachillerato y superado las Pruebas de Evaluación para el Acceso a la Universidad (PEvAU), inicien en el próximo curso estudios universitarios.

El XXIV Premio Extraordinario al mejor expediente universitario está destinado a graduados universitarios que hayan finalizado sus estudios este curso.

En ambos casos, el plazo de solicitudes es el 31 de agosto.

El director general de la Real Maestranza, Ignacio Herrera de la Muela, incide en la apuesta que la institución hace por la educación premiando el esfuerzo que hacen el alumnado, los centros docentes y las propias familias para que sus hijos puedan seguir estudiando.  

¿Qué respuesta tiene cada año esta convocatoria de la Real Maestranza?

–Aunque la convocatoria siempre se anuncia en el mes de junio, antes de la PEvAU con la idea de que los alumnos la conozcan, en Ronda es muy conocida, y en todos los institutos hay una predisposición por parte de aquellos alumnos que tienen un rendimiento muy por encima de la media, que van tomando posiciones. Cuando termine el plazo se hace una valoración aritmética, teniendo en cuenta las variables que puede haber por las notas medias del expediente conjunto de la PEvAU y el Bachillerato.

¿Cuál es el origen de estas becas?

–La tradición de apoyar la educación empieza ya en el siglo XVIII. La Hermandad de Caballeros de Ronda, que en el siglo XVIII recibe el nombre de Maestranza después de Sevilla y Granada, se dedicaba a la cría y enseñanza ecuestre, pero ya en el siglo XVIII, por influjo de la Ilustración, la idea de la educación tiene un valor mucho más universal. Se intenta que los nobles adquieran conocimientos, no sólo destreza en su práctica ecuestre. Que la razón vaya introduciéndose en un discurso y en una forma de estar en la sociedad. La Maestranza crea su Academia de Ciencias en la que se imparten distintos idiomas europeos, Latín, Teología, Matemáticas, es una forma de propiciar que la educación y la formación sean objetivos perennes de esta institución. Posteriormente, en el siglo XIX se procura que haya gastos que beneficien a un destinatario menos favorecido. No es sólo la educación para huérfanos, sino también el apoyo a asilos y colegios, funciones benéficas llevadas principalmente por la Iglesia. En el siglo XX, en la celebración del cuarto centenario, en 1972 se inicia la idea de dar becas, promover la educación, aupar la excelencia e incentivar los estudios premiando a los estudiantes con mejor rendimiento.

¿Con qué finalidad se conceden las becas?

–El reglamento del comité de becas y premios establece que se dan tres becas para completar los estudios superiores. Es una beca que ayuda a las familias a que puedan cubrir gastos, si tiene fondos lo destina a estudios complementarios, de máster o en el extranjero, si tiene medios más escasos, ayudamos a que los gastos mensuales sean menores. De Ronda hay que salir, y verdaderamente es una beca que reconoce el esfuerzo que hacen las familias para que sus hijos puedan estudiar fuera. Tiene una función social por encima de todo, aunque se reconozca el esfuerzo a los mejores, pero pensando en que hay un esfuerzo de las familias detrás.

¿Cómo es la implicación de los institutos?

–Nosotros valoramos mucho el esfuerzo que hacen los institutos. Para mí personalmente y profesionalmente los institutos de Ronda son la gran estructura sociocultural de esta ciudad, porque congregan profesores de un alto nivel cultural y profesional, y alumnos de muy diversa naturaleza y origen social y cultural. Es una forma de hacer que la sociedad en Ronda sea mejor, porque todos los chicos y chicas que pasan por Bachillerato han adquirido la pátina que necesitan para poderse desenvolver. Ronda es una comunidad pequeña, pero no es una ciudad dormitorio de una metrópolis. La ventaja es que te obliga, requiere que todas las instituciones públicas y privadas estemos pendientes de mejorar el nivel de la enseñanza y el rendimiento escolar. Es una forma de incentivar y estimular sin tener la influencia de una ciudad más grande donde uno mira y deja de mirar donde está. Aquí en Ronda hay que mirar para donde estamos y es importante que a los alumnos se les reconozca su rendimiento, y que identifiquemos los problemas que hay para intervenir de una forma u otra.

¿Se hace un seguimiento de los alumnos becados durante estos años?

–Ha habido un programa de Alumni que ha funcionado mucho tiempo, pero requiere un seguimiento de los propios alumnos. Nosotros lo hemos hecho durante varios años, encauzamos para que hubiera una comunidad de antiguos alumnos. Tenemos un seguimiento porque ellos se dirigen a nosotros, cuando van a hacer oposiciones, cuando tienen éxito profesional, se acuerdan y nos lo comunican. Y eso nos da mucha alegría. Durante una época tuvimos un proyecto, RondaForum y FutureLab, que enviaba a nuestros alumnos a Bruselas, a Berlín, a Roma, a distintas ciudades europeas para participar en un proyecto con otros estudiantes europeos.

¿Qué premios se conceden?

–Damos el Premio al Mejor Expediente Universitario y vamos a introducir los premios a distintas categorías de investigación histórica y al proyecto de innovación tecnológica y científica.

También está el Concurso Eustory.

–Es una convocatoria especial. Se anuncia en octubre y se termina en agosto y es un concurso para la investigación de la historia local. La Maestranza forma parte de la red europea Eustory que promociona la Fundación Körber en Hamburgo y trabajamos mucho en incentivar a los alumnos a que aprendan a investigar en sus propias casas, con cartas de sus padres o de sus abuelos, con fotos.

El proyecto que hemos hecho de DocumentaRonda forma parte de una cadena de actividades que estamos haciendo para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia y el valor de los documentos que obran en los archivos familiares. Un archivo familiar pueden ser esas magníficas bibliotecas como tenemos aquí, pero también son las cajas de lata de la abuela con sus cartas y con sus fotos, ese es un archivo de lo más preciado, donde se guardan unos recuerdos que tienen una implicación muy personal. Nosotros queremos decir a todo el mundo a través de Eustory y DocumentaRonda que esos son archivos familiares de primera importancia, que no tienen que tener una apariencia ni hace falta tener un título ni un linaje para tener un archivo familiar. Lo interesante es que cada uno sepa de dónde viene, de quién viene, porque la genealogía es algo que te ayuda a ampliar tu conciencia de dónde estás y de quién eres. Y esa es la función más humanista que tiene esta programación de investigación histórica y archivística. Esta dimensión humana que albergan los archivos familiares, pequeños, grandes, medianos, pero que se han cuidado con devoción de generación en generación, eso que con el final del mundo analógico se pierde, queremos reivindicarlo porque para las generaciones futuras va a ser un tesoro.

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