Juan Manuel García de Veas se encontró con una desagradable sorpresa cuando recibió la devolución del IRPF, ya que advirtió que le faltaban 368,84 euros.
Apenas un par de días después recibió una carta de la Diputación Provincial en la que se le informaba de que se le había retenido esta cantidad como cobro de una serie de sanciones del ORA de los años 2012 y 2013 que, además de prescritas, había pagado.
A partir de ahí comenzó una odisea para recuperar su dinero que le hizo recorrer varias ventanillas de dependencias de la Diputación Provincial para presentar las oportunas reclamaciones hasta que finalmente se le otorgó la razón.
Juan Manuel esperaba que con aquella resolución favorable acabara su problema, pero sin embargo se encontró con un nuevo contratiempo, y es que en la propia institución provincial le advirtieron de que el reintegro de su dinero no sería inmediato, sino que se demoraría por un espacio aproximado de “unos seis meses”.
Ahora no esconde su “indignación”, dado que contaba con ese ingreso del IRPF para afrontar gastos ordinarios y todavía no ha podido acceder a ellos por culpa de un error de la administración pública.
Eso sí, le han garantizado que una vez que se le haga el ingreso tendrá derecho a percibir los intereses de demora, que incrementarán esa cantidad en “unos 20 euros”. Algo es algo.
