El tiempo en: Estepona
Sábado 27/04/2024  

Torremolinos

Un padre reclama proteger a su hija de su expareja porque teme por la vida de la menor

La madre de la menor, a la que retiraron la custodia de otra hija de una pareja anterior y con otros hijos de padres distintos, tiene antecedentes psiquiátricos

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
  • Juzgados de Torremolinos. -

Un hombre reclama al Juzgado de Primera Instancia número uno de Torremolinos (Málaga) proteger a su hija, de 10 años, que convive con su expareja, ya que asegura que la menor puede estar en peligro y expuesta a un entorno criminal.

El Juzgado de Primera Instancia número uno ha señalado una vista para el próximo 29 de junio para la tramitación y modificación de medidas provisionales solicitadas por el padre, según una diligencia judicial, a la que ha tenido acceso EFE.

La madre de la menor, a la que ya le retiraron la custodia de otra hija de una pareja anterior en 2018 y tiene otros hijos de padres distintos, tiene antecedentes por trastorno psiquiátriaco, ha consumido droga, ha cometido pequeños hurtos y ha recibido visitas de personas agresivas en su vivienda, según consta en una resolución judicial, a la que ha tenido acceso EFE.

La pareja mantuvo una relación sentimental desde 2008 hasta 2014 y fruto de la misma nació su hija, y tras ruptura la madre se quedó con la guardia y custodia de la menor al estar estabilizada y recuperada de sus problemas.

El Juzgado atribuyó a la madre en 2015 la guardia y la custodia de la menor y a ambos progenitores la titularidad y ejercicio de la patria potestad y en la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE, la jueza indicó que el hecho de que hubiera padecido problemas de salud "no acreditaba que la madre hubiera desatendido los deberes de guardia de forma sistemática o no se encontraba capacitada".

La abogada que representa al padre, Paola Martínez Ledesma, ha asegurado a EFE que, tras pasar un tiempo, el padre comenzó a detectar que la pequeña faltaba al colegio y repetía curso, además de que la madre se la llevó a otro municipio sin su consentimiento y llevaba tres años incumpliendo el régimen de visitas.

Ledesma ha señalado que la relación entre la pareja es nula y que ha habido desencuentros tan grandes entre ellos que judicialmente se les tuvo que imponer una orden de alejamiento a los dos, que les prohíbía aproximarse mutuamente y comunicar por cualquier medio entre ellos.

Además se han producido varias denuncias en el último año, a las que ha tenido acceso EFE, en las que la abuela paterna no ha podido recoger a su nieta pese a trasladarse casi 50 kilómetros desde Torremolinos a Álora.

La letrada ha explicado que pidieron al juzgado la utilización de la vía del artículo 158, reservada para casos de necesidad y urgencia, pero fue desestimado, por lo que solicitaron la modificación de medidas ya que asegura que la menor "está en peligro y hay que propiciar la adopción de unas acciones que la protejan de forma inmediata".

Además ha pedido informes de las asistencias sociales del Ayuntamiento de Torremolinos, Álora y del colegio en el que está escolarizada, que puede acreditar que ha repetido curso y que durante este ha faltado varias semanas.

El padre de la otra hija que le retiraron a la madre solicitó el cambio de guardia y custodia en 2018 y el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Torremolinos lo estimó y privó a la madre de derecho de visitas a la menor, según el auto, a la que ha tenido acceso EFE.

En los razonamientos jurídicos la jueza señalaba que, según el informe social del área de servicios sociales y vivienda de Torremolinos, que realizó visita domiciliaria y se entrevistó con los miembros de la familia, se habían dado episodios de violencia en el hogar familiar y de borrachera de la madre que los hijos han presenciado.

En el auto se indicaba que era la abuela materna la persona que se encargaba de los niños ya que la madre padecía una enfermedad mental por la que fue ingresada en 2018, un trastorno de personalidad, consumía cocaína y vendía la comida que recibía del Ayuntamiento.

Además llevaba a otras personas a su casa, no recogía nunca a los niños del colegio, el inmueble estaba sucio y desordenado y estaba en riesgo de desahucio por falta de pago. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN