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Zapatero: ?El Gobierno dirá un no rotundo a cualquier discriminación?

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que el Ejecutivo ?dirá rotundamente no? a cualquier discriminación que persista y que resurja en la sociedad, mientras que apoyará cualquier medida que garantice la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que el Ejecutivo “dirá rotundamente no” a cualquier discriminación que persista y que resurja en la sociedad, mientras que apoyará cualquier medida que garantice la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

Así se expresó Zapatero, durante el acto institucional, que con motivo del Día Internacional de las Mujeres organizó el Ministerio de Igualdad, y a cuya ministra, Bibiana Aído, ha calificado de “valiente”, porque “ha soportado mucho” de forma “injusta”.

Durante el evento el presidente del Gobierno entregó las recién creadas medallas a la Promoción de los Valores de igualdad que reconocen la trayectoria de la primera directora del Instituto de la Mujer, Carlota Bustelo, de la consejera de Estado y catedrática, Amelia Valcárcel, de la jurista María Telo y de cofundadora de la Biblioteca de Mujeres, Marisa Mediavilla.

Zapatero dio la enhorabuena a las cuatro mujeres que ha considerado “ejemplares”, por nadar “a contracorriente y solas”.

El jefe del Ejecutivo subrayó que la igualdad es “uno de los compromisos más nobles de la convivencia democrática entre mujeres y hombres” y resaltó que cuando presentó en el Parlamento Europeo el programa de la presidencia de España de la UE, la política “más reconocida” del país fue la que aboga por la equidad de género.

Zapatero reiteró que las dificultades económicas no pueden “servir de excusa” para que España se detenga en su avance en el camino de la igualdad y, por ello lamentó que haya quienes quieran que desaparezca.

Celebró que con la aprobación de la Ley del Aborto se superen las dificultades de aplicación que presentaba la actual norma, problemas que “sólo la hipocresía o el intento de convertir las convicciones religiosas en leyes permitían ignorar”.

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