Podemos optará por la abstención durante la votación en el Congreso sobre el protocolo de adhesión de Suecia y Finlandia a la OTAN, según han avanzando a Europa Press fuentes del grupo confederal.
De esta forma, la formación del socio minoritario de la coalición ha decidido esta postura al entender que es la mejor forma de conciliar su tradicional rechazo a la Alianza Atlántica, pero a la vez respetar también la decisión soberana de los dos países comunitarios.
La previsión es que el Congreso este jueves el protocolo de adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza Atlántica, un texto que se tramitará por el procedimiento de urgencia y en lectura única, es decir, con un sólo debate en el Pleno, sin necesidad de pasar por la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara.
Hasta la fecha Podemos no había desvelado el sentido de su voto a la entrada de las dos naciones escandinavas, que hasta la fecha mantenían una condición de neutralidad que dejaron atrás ante la invasión de Rusia a Ucrania.
El pasado mes de junio, durante la cumbre que la OTAN celebró en Madrid, Turquía levantó su veto a la entrada en esta organización militar de los dos países escandinavos que, tras invasión rusa de Ucrania optaron por poner fin a su histórica neutralidad.
A principios de agosto la secretaria de Acción Institucional de Podemos, María Teresa Pérez, ya apuntó que el grupo parlamentario estaba inmerso en una reflexión, pues enfatizaba que reforzar la OTAN no era el camino al ser una organización "obsoleta". Hoy mismo el coportavoz de la formación morada, Pablo Fernández, ha enfatizado en que defienden que la UE potencie su autonomía estratégica.
Por su parte, la portavoz federal de IU, Sira Rego, ya había deslizado esta mañana que los representantes de su formación no iban a apoyar esta adhesión, acorde con la postura histórica de rechazo a la OTAN. De esta forma, no ha desvelado aún si se decantarán por votar en contra o la abstención.
El pasado mes de junio Podemos se mostró crítico con la cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid e IU mostró su apoyo a la contracumbre organizada por colectivos sociales, además de respaldar la manifestación que demandó, entre otras reivindicaciones, la disolución de la OTAN.
En esas fechas, Rego criticó el delirio "militarista" y la "escalada otanista" en Europa, que subordina al continente frente a los intereses de Estados Unidos.
