Estados Unidos y Tailandia tratan la situación de caos que vive Birmania (Myanmar) desde el golpe de Estado de febrero de 2021, durante la visita a Bangkok del secretario de Estados de los Estados Unidos, Antony Blinken.
El jefe de la diplomacia estadounidense se reunirá hoy con el primer ministro tailandés, Prayuth Chan-ocha, y su homólogo, Don Pramudwinai, para afianzar la relación entre los dos países aliados y los problemas del país vecino, entre otros temas en agenda.
Blinken también se reunirán en la capital tailandesa con un grupo de jóvenes líderes de la diáspora birmana y, por la tarde, dará una rueda de prensa, antes de partir hacia Tokio, donde ofrecerá sus condolencias por el asesinato del exprimer ministro Shinzo Abe.
La nación norteamericana ha condenado la toma de poder de los militares birmanos, perpetrada el 1 de febrero del año pasado, y la brutal represión ejercida por el régimen castrense contra civiles desarmados que se manifestaban contra la sublevación.
Tailandia, por su parte, se ha mostrado más comprensiva con la situación del país vecino e incluso mantiene la necesidad de negociar con la junta militar birmana para buscar soluciones a la crisis política, económica y social desatada.
La Administración de Prayuth, el general que lideró el golpe de Estado de 2014 en Tailandia y reconvertido desde 2019 en político, conserva numerosos vínculos con el Ejército del país vecino e incluso ha nombrado una relatora especial para afianzar el diálogo con los golpistas birmanos.
El golpe de Estado, liderado por el general Min Aung Hlaing, terminó con el gobierno democrático encabezado por la nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, detenida en una prisión de Naipyidó, e impuso un régimen de violenta represión a la disidencia que ha exacerbado el conflicto armado en el país.
Al menos 2.074 personas han muerto a raíz de la brutal represión ejercida por policías y soldados, que han disparado a matar contra manifestantes pacíficos y desarmados, según los datos recabados por la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos.
Min Aung Hlaing ha vulnerado su promesa, plasmada en abril de 2021, de poner fin a la violencia contra los civiles y busca celebrar elecciones generales para mediados de 2023, vista por analistas como una manera de afianzar su poder.
En junio, durante una visita a Singapur, el consejero del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Derek Chollet, declaró que estos comicios bajo la supervisión del régimen castrense serán una farsa.