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Reflexiones desde el sofá

Ola de calor

Estudiosos del marketing electoral se quedarían asombrados con lo que está ocurriendo con la izquierda en Andalucía

Publicado: 23/05/2022 ·
12:11
· Actualizado: 23/05/2022 · 12:11
  • Foto de archivo de elecciones en Andalucía. -
Autor

José Diego Amores Revuelta

José Diego Amores Revuelta es licenciado en Historia y Archivero con influencia petermanesca

Reflexiones desde el sofá

Columnas de opinión que sólo pretenden invitar a la reflexión del lector sobre temas de actualidad

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Las temperaturas se han disparado, el calor aprieta y la necesidad de salir a la calle para recuperar las tradiciones festivas que dejamos en pausa ante la aparición de esta pandemia, hace que volvamos a disfrutar de lo que añorábamos. Ferias, rutas gastronómicas, festivales, verbenas, romerías, y elecciones. Mientras que las diferentes formaciones van preparando sus respectivas candidaturas al parlamento andaluz, paralelamente, se van elaborando las propias para los municipios, reubicando las sedes y haciendo visibles las siglas políticas que a veces necesitarían un manual de instrucciones para saber a quién corresponden.

Estudiosos del marketing electoral se quedarían asombrados con lo que está ocurriendo con la izquierda en Andalucía. Cuando llega las fechas de los comicios todos cambian de nombre, para incorporar el nombre de su comunidad autónoma, acentuar su acento y enarbolar la verde y blanca ante los acordes del himno de Blas Infante. Demasiados nombres, demasiadas coaliciones y demasiada improvisación, que termina con la agrupación de más tirón estatal fuera de la coalición por entregar la documentación fuera de plazo. Mientras el tradicional e histórico nacionalismo andaluz, con quien me siento tan ligado en los últimos años, se pierde en un intento de obtener más visibilidad, aunque afortunadamente, creo, se haya quedado sólo con el apoyo de agrupaciones locales, que seguramente le den a Andaluces Levantaos lo que todos buscamos en un partido que sí lleve el nombre de Andalucía por sentimiento y no por oportunismo, el arraigo con la tierra y, por tanto, el de mejorar la sociedad de nuestras ciudades y pueblos, alejándose de esas estrategias partidistas que van más allá del mejorar la cotidianeidad del andaluz.

Capítulo aparte merecería el socialismo en un proceso de reconstrucción que se verá favorecido por la estructura más que consolidada de esta formación pero que sin duda va a seguir pagando los errores del pasado. Mientras, la derecha parece que en Andalucía ha encontrado un líder, no especialmente carismático, pero que si ha dado la serenidad que se pedía al Gobierno andaluz, y que como si fuese el alcalde de un pueblo quiere promover más su figura personal que la de las siglas que representa, algo que también nos hace meditar profundamente, sin encontrar una respuesta clarificadora. Sus socios de Gobierno, parecen, según las encuestas, que están al borde de la desaparición, algo que poco se entiende cuando parece que el pueblo andaluz no se muestra esquivo ante su gestión, tal vez el problema es la falta de definición de ese trabajo. Y finalmente, los que mejor han sabido vender su marca y sus propuestas políticas, porque han sido los únicos que han perdido el complejo de su pasado, es los representantes de la derecha más radical de los últimos 30 años.

Andalucía, como España necesita de políticas sin complejos y moderadas. No me vale ser muy idealista en oposición, y pragmático en el Gobierno. Ser andalucista en campaña y españolista en el Parlamento. Es el momento de unir fuerzas por conseguir resultados. Me resulta tan increíble que haya formaciones políticas que tengan vetado el voto a favor de cualesquiera propuestas del rival, sin ni siquiera valorar la repercusión en el ciudadano. Andalucía será Andalucía, durante el mes de junio y durante los meses posteriores, por eso que no nos quieran engañar disfrazándose del verde y blanco de la tierra para cambiarlo por el verde del euro al pasar las elecciones. Gobernar para todos, es gobernar con objetividad y corazón, y por eso, un día fuimos capaces de cambiar una dictadura para dar el Gobierno al pueblo.  

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