Como todo gran acontecimiento que se precie, la Navidad de Arcos debía contar un año más con su particular anuncio, un pregón a la altura que se merece la ciudad sobre todo por su historia literaria. De ello se encargó el poeta sevillano, ensayista, traductor, editor, académico y profesor universitario Jacobo Cortines, en la parroquia de San Pedro y con la clásica convocatoria de la Asociación de Belenistas ‘La Adoración’ y la Delegación municipal de Cultura.
En los prolegómenos del acto, el exaltador fue presentado por el también poeta y escritor Pedro Sevilla, quien retrató el perfil humano y profesional de Jacobo Cortines, con quien le une una amistad literaria que el propio pregonero ha reconocido estos días. El orador se retrotrajo a las fiestas navideñas de los 50, rememorando vivencias y pasajes literarios. En su lado crítico, incluso lanzó una al consumismo como práctica en estas fechas navideñas en la sociedad actual, algo que poco o nada tiene que ver con lo vivido en su infancia. El pregonero hizo un guiño a las letras arcenses, pues se confiesa un admirador de sus autores más clásicos, desde Julio Mariscal a los hermanos Murciano, el propio Pedro Sevilla o los hermanos José y Jesús de las Cuevas.
Jacobo Cortines, a quien le unía una gran amistad con el tristemente fallecido hijo del poeta Higinio Capote, ya publicó un libro de memorias donde hablaba de “ceremonias” en torno a la Navidad: el montaje del nacimiento, la misa del gallo, la celebración familiar, gastronómica...
El acto quedó cerrado por el alcalde, Isidoro Gambín, para hacer entrega al pregonero de un bonito grabado de Arcos como obsequio protocolario en señal de agradecimiento. Gambín tuvo también palabras de agradecimiento para el párroco de San Pedro por facilitar la convocatoria. Para terminar el acto, los asistentes tuvieron ocasión de disfrutar de villancicos interpretados por el coro Nuestro Padre Jesús Nazareno, que puso así colofón a una tarde típicamente navideña con el anuncio de las fiestas como reclamo.