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Rubén Castro desquicia a un Málaga perdido a domicilio

El Cartagena ganó con solvencia al Málaga en Cartagonova (3-1) con dos goles de Rubén Castro en un partido donde reaccionó tarde con un tanto de Peybernes

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  • El Málaga se estrelló en Cartagena, donde jugó impotente y sin capacidad de reacción. -

Había una vez un equipo que tenía pesadillas con jugar en un campo extraño. Tanto se bloqueaba que, a veces, era inmóvil, se quedaba en blanco, no podía ni sacar orgullo. Se encogía de hombros y se dejaba ir hacia la derrota. Pasó en Cartagena, justo el día que unos 300 aficionados se habían tirado a la carretera en tres autobuses para ver a su equipo ganar por fin a domicilio. Rubén Castro fue todo lo que el Málaga no es, el gol.  Van 5 derrotas y 3 empates en 8 salidas.  Un equipo con complejo de descenso cuando sale de su estadio.

El conjunto malaguista salió con novedades en el once y un ataque con Roberto como referencia arriba. Los jugones del barrio, Kevin y Antoñín, en los flancos, Paulino como enganche en lugar de en banda y Ramón acompañando a Genaro en el medio. Se veía venir: la primera clara fue para el Cartagena. Dani Martín sacó una mano dificilísima abajo de un disparo lejano de Pablo Clavería en el primer aviso de los locales.

Los malaguistas centraron su plan an atacar por los costados, con mucho centro, pero poco remate.La intención de llevar la iniciativa no vino acompañada de regularidad y el equipo no etuvo  cómodo. Entretanto, ocurrió el penalti en contra del Málaga. Víctor Gómez metió el codo en un balón colgado dentro del área y el árbitro lo tuvo claro. Penaltito de mucha inocencia por parte del lateral. Rubén Castro hizo su trabajo y convirtió su quinto gol de pena máxima en la temporada (1-0, min. 45). Un mazazo para irse a los vestuarios con un resultado que remontar.

La imagen del equipo siguió decaída en la segunda parte, más cuando el Efesé marcó el segundo, otro gol a balón parado. Una falta botada por Álex Gallar a la que no llegó Pey ni Genaro, y sí Pablo Vázquez, que puso la testa y dejó ver el enfado y la importencia de Dani Martín. Es la desesperación fuera de casa. Rápidamente vino el carrusel de cambios de José Alberto, entre ellos Sekou por Roberto, Jozabed  y Brian Cufré. Antes entraría Brandon por un Kevin muy superado en su banda por De la Bella.

Lo único que vino después fue el disgusto del tercero de los cartageneros; Rubén Castro encañonó en una falta cercana y volvió a ser verdugo. Tres a cero en 65 minutos, amarilla a José Alberto, imprecisiones por doquier y la mente ya fuera del partido. El gol de Peybernes llegó a diez minutos del final (min. 82) en un rechace que pudo cazar en un córner. Dicen que mejor tarde que nunca, pero lo cierto es que nunca es mejor tarde. Juande dio al larguero, hubo intento de reaccionar, pero solo le sirvió como maquillaje en un mal día en todos los sentidos.

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